El sello uruguayo Ayuí acaba de publicar dentro de su serie Cuarenta Aniversario un DVD-libro de Fernando Cabrera, Intro. En el papel hay poemas de este gran cantautor uruguayo y en el DVD, el registro de un recital íntimo que dio en los Estudios Ion de Buenos Aires, la noche del 28 de agosto de 2009.
Lo primero que llamará la atención de quien vea esta edición es que, en la primera lectura, la poesía y la canción de este elegante y sofisticado músico pueden ser la misma cosa (¿o realmente lo son?). Como aquel texto de Cortázar que unía una galería porteña con una parisiense, casi del mismo modo uno se puede internar con la vista en el papel y en versos como "Te espero ahí, tu chaqueta camuflada con mi alma" o "mi libreta callada, bolsillo de universo" (de "Nos vemos") y salir por la voz de Cabrera en el fraseo de "mis lágrimas en tus bolsillos
cambiaste de sacón" ("El tiempo está después"). No habla de lo mismo, pero lo hace en la misma tonalidad. Le pone los mismos colores, los mismos juegos de imágenes. Son parte de un mismo universo. Lo más probable es que quien disfrute de su obra musical podrá disfrutar, de la misma manera, este libro DVD.
La producción audiovisual de este trabajo es brillante por muchos motivos. Cabrera no sólo plasmó en un recital íntimo ofrecido en un estudio de grabación, buena parte de sus mejores canciones. Lo destacable es que lo hizo sólo con su guitarra y eso representa un hecho artístico en sí mismo. ¿Por qué? Desde la publicación del disco Viveza, hito fundamental de su carrera, Fernando Cabrera ha cruzado muchas veces el Río de la Plata para actuar en nuestro país. Quizás por cuestiones de presupuesto, la mayoría de esas veces lo ha hecho sólo, sin los músicos que lo acompañaron en sus discos. Esto hizo que de este lado del charco mucha gente se encontrara por primera vez con sus canciones desnudas y con una manera de interpretar que va a lo esencial.
Si la palabra minimalista no hubiera sido acuñada por corrientes de la música contemporánea hace varias décadas, podría ser utilizada para definir el trabajo de Cabrera. Pero ya se le dio otro uso. Quizás haya que decir, simplemente, que el cantautor oriental utiliza lo mínimo para expresar el todo de su música (pero sin los recursos habituales del minimalismo). Apenas unas notas pulsadas en su guitarra, o unos acordes, para acompañar su voz. La cajita de fósforos que utiliza en "Viveza" o la supresión de la palabra muchacha, en la versión que hace del clásico de Spinetta "Muchacha ojos de papel", pueden ser buenos ejemplos para describir ese viaje que el músico hace hacia lo esencial de su obra. Y su obra (parte de ella) es "Te abracé en la noche", "Pandemonios", "Dulzura distante", "Puerta de los dos" y tantas otras que grabó, con algún invitado, como Kevin Johansen, para esta exquisita producción
lanacion.com.ar..
L
No hay comentarios:
Publicar un comentario