La historia de Cabrera dista mucho de lo común: Comenzó a conocer la popularidad hace unos 10 años, cuando ya empezaba a sentir que lo suyo "no iba a ningún lado", y si bien es un prolífico compositor -tiene 300 temas editados-, hoy, a los 57 años, se encuentra en pleno apogeo creativo.
"Siempre siento que estoy empezando, sigo imaginándome que tengo 19 años, nunca me acostumbré a situarme en un lugar establecido, sigo siendo como un debutante y capaz que eso ayuda porque te seguís exigiendo, te seguís desafiando", apunta el artista a Télam durante una visita a la Argentina para difundir "Viva la patria" y su presentación del 9 de agosto en el ND Teatro (Paraguay 918, Capital).
Sensibilizado por la novedad que para él significa que lo reconozcan en calle, lo paren para pedirle un autógrafo o sacarse una foto, el autor de "La casa de al lado" y "Un par", cuenta que "esto es algo que nunca me había pasado, a mí eso me cambia el día, es felicidad pura. ¡Me vienen a pasar cosas tan lindas a esta edad!, no me lo esperaba".
"Unos años atrás yo era un amargado, un tipo que pensaba que mi vida era un fracaso, que ya no iba para ningún lado. Si vos te dedicás 30 años a algo y no pasa nada, pensás: `ta`, me equivoqué, lo mio no gusta`, vivís como una especie de complejo, `¿son tan malas mis canciones?` pensaba yo", repasa Cabrera con una franqueza fatal, esa que misma que aparece en muchas de sus canciones.
Su suerte cambió cuando empezó a visitar la Argentina, donde artistas como Liliana Herrero y Javier Malosetti, entre muchos otros, comenzaron a versionar sus temas, y allí advirtió que a los jóvenes le gustaba lo que hacía.
"El hecho de que a mí ahora me vaya mejor también se debe a que yo le muestro al que recién me descubre, una cantidad de material, de discos, música para teatro y para cine, por ahí eso asombra más", reflexiona el músico que no detiene su marcha y que se erigió uno de los más grandes referentes de la canción rioplatense.
Con el aplomo que dan los años y la inspiración intacta, Cabrera sorprende ahora con "Viva la patria", un disco plagado de matices, que logra un concepto más minimalista en cuanto a los arreglos, donde se escucha a una banda afianzada que se ajusta a lo que pide cada pieza.
Aquí, Cabrera asume 15 canciones que, pensadas como una "unidad en sí mismas" -según describe-, le permiten hablar de su hermano, del fallecido amigo fotógrafo y no deja afuera al amor, pero además le dedica un tema al departamento uruguayo de Canelones y otro a los artistas callejeros.
También habla de la historia de su Montevideo natal y hasta se anima a escribir desde la mirada de un feto en "Viva la patria", a la que define como "una autobiografía disparatada: `el loco ya opina antes de nacer`", se ríe.
En "Viva la patria" hay muchas historias...
Sí, es cierto, es algo que a mi mismo me llamó la atención. Los temas son como películas distintas, me gustó eso, no fue a propósito. Además es más narrativo me parece, hay un poco más de cuentito. En general mis canciones tienen herramientas de la poesía, es decir, con pocas palabras disparan en el oyente muchas imágenes. A veces son más cerradas o sea que cada uno puede interpretar cosas diferentes, en cambio acá hay historias.
¿Con qué criterio elegiste estas canciones?
Son las más redondas, las que me pareció que estaban mejor.
No los elegí porque tuvieran una línea. A mí me gustan los discos donde las canciones no se parecen entre sí, para mí la unidad es la canción, me interesa que cada una sea un mundo, esa idea de los discos conceptuales no me llama la atención.
Otra sorpresa es la inclusión de "Hijos de la abundancia", tocada y cantada por su creador, Jorge Galemire.
Es un viejo colega mio que a mi me influyó mucho, es un buen amigo y consejero que estuvo muchos años viviendo en España y un día volvió y me mostró esta canción tipo celta, una maravilla.
¿Cómo vivís el hecho de que tantos artistas canten tus canciones?
No hay nada más lindo para un compositor que un colega haga una canción tuya. Es hermoso. La elige porque le gusta. A mí me emociona, todas las versiones me parecen divinas. Es sincero, todas me gustan, no es que me lo proponga. Todo el mundo hace algo distinto y yo tomo cosas y las incorporo.
¿Cuál es el secreto para mantener la calidad de tu obra a través de los años?
Cada vez me cuesta más componer, una porque se te acotan los temas -ya le escribiste a tu abuela, al barrio, a la novia que te dejó-, y otra porque tenés miedo a bajar de nivel.
Si yo ya hice dos o tres canciones que más o menos están buenas y que la gente tiene en la memoria, y lo digo sin ninguna vanidad, el que va a un recital mío espera que el resto sea como esas.
http://www.telam.com.ar/
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jueves, 31 de julio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
sábado, 14 de diciembre de 2013
“Opinar es también hablar sobre nuestro interior, sobre las almas”
Por Débora Ruiz. El músico uruguayo Fernando Cabrera charló con Marcha sobre su nuevo disco, Viva la patria, el tango, la relación con el éxito y los artistas que más lo influenciaron.
En consonancia con un fenómeno de revalorización de la música uruguaya que lleva varios años de continuidad (tanto en la franja rioplatense como en el resto de América Latina), Fernando Cabrera, uno de los cantautores más virtuosos de Montevideo, recorre el camino del reconocimiento y edita Viva la Patria, un álbum de 16 canciones inéditas grabadas íntegramente con su quinteto.
El título del disco se desprende de un tema que lleva el mismo nombre y que Cabrera bautizó por impulso. Del Hospital Canzani a la fábrica de ladrillos, el track recorre una historia de vida narrada desde la mirada de un feto, un niño, un trabajador y un anciano.
A nivel letrístico, el músico opina que cada una de las piezas del material aborda temáticas muy variadas, como “Caminos en flor”, un homenaje a los artistas aficionados: a los actores, a los payadores, a los artistas de circo, a los que hacen malabares en los semáforos.
“Asimismo, hay canciones más delirantes, con cosas autobiográficas pero que también tienen delirio y un poco de humor” dice. Y cuenta sobre “Buena madera”: “Un candombe que hace referencia a la única persona de mi familia que no siguió la tradición de dedicarse al sector automotriz y eligió la carpintería. Muchos familiares se dedicaron a la compra de autos, a tener talleres, a los repuestos, de ahí que uno de mis temas se llame Punto muerto", bromea.
Del disco, también se destacan “Cine y religión”, canción que habla sobre los espacios cinematográficos devenidos en estacionamientos o templos evangélicos; “Nunca te dije te amo”, banda de sonido de la ópera prima de Gustavo Garzón, “Por un tiempo”; y “Canelones”, track que hace referencia a los últimos 200 años de historia del departamento charrúa.
Si bien Cabrera no sabe definir con exactitud por qué escribió sobre dicho lugar, la canción se suma a una lista notoria de letras de su repertorio que incluyen alusiones a la historia del Uruguay, tema de gran interés para el músico y sobre el que se define como lector apasionado.
Luego de Viveza y Bardo, las dos producciones que terminaron de afianzarlo de manera notable de este lado del charco, Cabrera se permitió reversionar varios temas del cancionero uruguayo tradicional con Canciones Propias, una placa que sirvió para plasmar un puñado de piezas que el músico venía tocando en vivo desde hacía algún tiempo y que fueron registradas en ese disco.
El cantautor quedó enormemente satisfecho, “más, incluso, que con discos de canciones mías, porque tuve la suerte de encontrar, junto con mis compañeros de banda, un punto arreglístico interesante que tiene que ver con cómo reversionar, con cómo desarmar y volver a armar. Quedé muy contento y me gustaría seguir haciendo ese tipo de trabajos con otra cantidad de canciones uruguayas que me quedaron en el tintero, más contemporáneas: por ejemplo, de todo el mundo del rock uruguayo; también con tangos, con los Beatles, con cosas de Brasil…”.
A propósito, que Fernando sea un estudioso del tango y que, en los últimos tiempos, sus indagaciones se hayan afinado, hace sospechar que quizás pueda estar gestando un proyecto que lo acerque a dicho género, pero, rápidamente, despeja dudas y aclara que sus investigaciones tienen que ver con que encuentra allí enormes enseñanzas: “Hay gente que dice 'ah, el tango, algo que escuchaban mis padres, es viejo, ya está caduco', pero estamos hablando de hace pocas décadas y de un fenómeno riquísimo que comienza a principios de 1900, del siglo XX, y que llega, en su forma más fuerte, hasta los 50, los 60. Son cinco, casi seis décadas de mucha creatividad, de muchos compositores, orquestas, maneras de cantar, hay mucha cosa, es infinito”.
Sobre Piazzolla sabe vida y obra de memoria, pero también está desde siempre con Gardel: “Y no me refiero solo a cómo cantaba, sino a todo el repertorio gardeleano, a sus guitarristas, a sus arreglos, a toda una cantidad de cosas que reúne. El grabó como 900 temas en su vida, hay mucho ahí. También hay cosas que tienen que ver con toda una cuestión criolla, que cultivó hasta su última película, hasta su último disco y que es muy interesante”, explica. Y menciona a los músicos que está estudiando en estos momentos: “Troilo tiene en su haber como 500 grabaciones y Canaro dejó 7 mil temas grabados en 50 años”.
En clara actitud de estudio más que de escucha por placer, Fernando compra libros, recorre Avenida Corrientes buscando material, investiga, estudia: “Estoy muy metido en el tango, seriamente, y no con idea de producirlo, sino que simplemente creo que es una gran escuela”, afirma.
Otras influencias fundamentales para él son Yupanqui, Los Beatles, Jobim, Zitarrosa, Rada y Mateo, pero ¿qué tienen estos artistas para ser imprescindibles en su historia? Cabrera define a cada uno y a la vez, es como si estuviera hablando un poco de sí mismo: “A Yupanqui lo considero el pionero en esta tarea de cantar y opinar a la vez y opinar no quiere decir sólo ajustarse a lo social, sino también hablar sobre nuestro interior, sobre las almas; y además por tomar como material de trabajo todo lo de la tierra de uno. A Los Beatles los nombro por haber dejado grabada una especie de biblia de la canción, por ser ejemplo en muchas cosas, por ser artistas en el medio eminentemente empresarial y comercial que les tocó transitar. Pienso que Zitarrosa unió como nadie y sin rispideces lo rural con lo urbano y penetró por igual el alma de ambos mundos. A Rada y Mateo los elijo por lúdicos y profundos. Y a Jobim, al igual que Yupanqui o Piazzolla, por ser hurgador en el pasado y puenteador con el futuro”.
Con 35 años de carrera a cuestas, este momento de reconocimiento parece ciertamente tardío para un artista de la talla de Cabrera, quien sostiene que “cuando van pasando los años y ves que todo es dificultoso te vas haciendo a la idea de que va a ser así para siempre y que hay ciertas mieles que nunca te van a alcanzar; entonces, que me pase esto ahora, ya mayor, es algo muy inesperado y, por consiguiente, doblemente agradable, que me hace muy feliz”.
Justamente, que el éxito llegue en este período de su vida, le permite echar luz sobre una problemática que aqueja a las personas de su generación: “Estoy en una etapa de la vida en la que la mayoría de los seres humanos tienen problemas con el trabajo; si alguien lo pierde, hoy en día, a los 50, 55 años, ¿qué le pasa? Olvídalo. Y a mí me está sucediendo exactamente lo contrario, y hasta me da vergüenza decirlo…; entonces..., mejor no puedo estar”.
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jueves, 5 de diciembre de 2013
La patria secreta (Sobre Viva la patria, de Fernando Cabrera)
Es normal en los compositores que comienzan de muy jóvenes su carrera que sus primeros discos sean búsquedas, a acierto y error, de una voz propia, de una personalidad que los diferencie de la legión de músicos que tratan de hacerse su lugar bajo el sol. Sin embargo en Uruguay, país anormal en el que definirse por oposición es -o era- visto como uno de los mayores valores musicales posibles, no son raros los casos
-sobre todo entre sus nombres más brillantes- en que un compositor ya presenta su personalidad musical casi completa e inconfundible desde sus primeras obras. Se puede afirmar, sin relativizar sus logros posteriores, que el sonido y la poética esenciales de artistas como Alfredo Zitarrosa, José Carbajal o Leo Maslíah estaban definidos desde sus primeros discos, y que el resto de sus obras son optimizaciones, variaciones o evoluciones de esa personalidad musical. En el caso de Fernando Cabrera se puede decir algo similar, pero a la vez haciendo muchas más salvedades y observaciones, ya que es mucho más evidente que en otros casos el proceso de búsqueda sonora -no necesariamente estructural- que lo llevó desde sus primeros discos, en los que las referencias a la tímbrica de músicos como Eduardo Mateo o Andy Summers era muy clara, a esta actualidad en la que Cabrera suena como Cabrera, y cuesta bastante encontrarle una influencia o referencia explícita.
Repetimos: no existe una diferencia abismal entre las letras y melodías de aquel Cabrera más pop y eléctrico de sus primeros discos -que siguen siendo los más populares y reconocibles por parte de quienes no son sus seguidores habituales- y los recientes, pero la diferencia del sonido general de la banda que comanda es realmente sorprendente. En sus últimas obras parece haber encontrado una sonoridad completamente personal y atemporal, que aísla cada timbre de sus acompañantes, dándoles un espacio propio en el que los músicos intervienen en frases sincopadas, haciendo que las melodías se vuelvan vaporosas, a veces elusivas y con un inconfundible sabor jazz y que por momentos hace borrosa la naturaleza original de las composiciones.
En Canciones propias, Cabrera pudo explorar ese nuevo sonido con la mejor de las excusas: la de dedicarse exclusivamente a composiciones ajenas. Al desaparecer en su rol -a estas alturas incuestionable- como compositor y letrista, lo que quedó fue el Cabrera intérprete. El cantante de voz cada vez menos nasal y más aspera, el guitarrista tan sutil como deslumbrante, el arreglista que escucha tanto el silencio como el virtuosismo de sus acompañantes. Es decir: el sonido único del que hablábamos en un principio y que tal vez demoró tres décadas en pulir.
Ahora, con ese sonido ya capturado y definido (¿en forma definitiva?, parece difícil sostenerlo hablando de alguien tan inquieto como Cabrera), Viva la Patria se presenta como el estreno de ese sonido aplicado a una nueva colección de canciones, tal vez una de las más notables de su ya extensa carrera, que confirma una vez más lo que en realidad ya estaba más que confirmado: la estatura de Cabrera como uno de los compositores más ricos y elaborados, no de Uruguay sino de América Latina en general.
Para esta nueva obra, Cabrera amplió el fantástico trío conformado para Bardo (2006) con Federico Righi al bajo y Ricardo Gómez a la batería -una formación ya autosuficiente- con Herman Klang al piano (que ya había ingresado en Canciones propias) y el refinado Juan Pablo Chapital a la guitarra. Incluyó además una partipación estelar de Jorge Galemire, cocompositor de “Hijos de la abundancia”, quien también lleva la voz cantante en ese tema. El resultado no es más barroco o abigarrado que en Bardo o en Canciones propias, sino que conserva ese aire suelto -que algún desprevenido puede sentir como impreciso- que impregnaba esos discos, pero ampliando su paleta de colores hasta un punto casi mágico. Menos explícitamente experimental que en discos como Río (1996) o Ciudad de la Plata (1998), Viva la patria no es, sin embargo, una obra fácil u orientada a capturar nuevos oyentes. Es simplemente un disco que cree que la sorpresa de la excelencia es la única concesión digna, y esa excelencia, más allá de los logros sonoros e interpretativos, está sustentada en canciones.
Las ventanas
Es inevitable que un nombre tan llamativo como Viva la patria -que en cierta forma resume la observación detallada de lo uruguayo contenida en el disco- dirija la atención inmediata a la canción homónima que contiene, y ésta merece cada segundo de dicha atención, porque se trata de un clásico instantáneo en la obra de Cabrera.
Melodiosa y angular a la vez, si se quiere, “Viva la patria”-aunque es mucho más breve- pertenece más a la familia de composiciones como “La casa de al lado”, uno de los éxitos más improbables -teniendo en cuenta su radicalidad melódica y poética- que haya dado la música uruguaya en las últimas décadas. Es decir, no se trata de un tema tan inmediatamente accesible como “Agua” o “El tiempo está después”, pero contiene en sus apoyos melódicos y palabras una potencia imposible de ignorar, de esa que detiene conversaciones y calla salas repletas de espectadores ansiosos. Cabrera canta la historia de dos uruguayos signados por sus nacimientos respectivos en el Hospital Canzani y el Hospital Pereira Rossell mediante una sucesión de imágenes de una riqueza tan interactiva que citar un solo verso sería mutilarla, pero que no llegan a definir en qué clave se las presenta como un “viva la patria”, ya que no se trata de una canción de afirmaciones nacionales, sino de ventanas sociales abiertas para dejar entrar una brisa poética tan fresca y melancólica como la de la música que la sustenta.
Es previsible que una canción tan formidable termine echando sombra sobre las que la acompañan, aun si éstas son de primera calidad, pero afortunadamente Cabrera parece estar viviendo uno de sus mejores momentos creativos, y dentro de los 15 temas que contiene Viva la patria hay varios que están a un nivel similar, aunque quizás más sutil. Como “Canelones”, que abre el disco con un homenaje al departamento hermano que contiene y abraza al Montevideo tantas veces evocado en sus canciones. Como “Caminos en flor”, que coquetea con una melodía pop que nunca termina de explayarse, pero que sin embargo queda resonando. Como “Futura cumbia” que nombra y cita al género más disímil que puede imaginarse de su música, revalorándolo con respeto desde la percusión y los coros. O como “Nunca dije te amo”, el único tema explícitamente romántico del disco, que lo cierra con una de sus melodías más hermosas, sobre la que flota en el fraseo de Cabrera y su entonación el fantasma del Eduardo Darnauchans de “Miente”.
Da un poco de vergüenza acumular elogios sobre un disco como Viva la patria, una obra tan buena que no necesita la defensa o relato de ningún reseñador para validarse a sí misma. Pero de cualquier forma es un motivo de alegría que, justo en el momento en que no sólo Uruguay sino el continente parecen haberse decidido a reconocer el inmenso talento de este compositor, Cabrera corresponda ese reconocimiento con el que -en mi subjetiva opinión- es su mejor trabajo desde el ya lejano El tiempo está después (1989). Que Fernando Cabrera sea un compositor uruguayo, de Paso Molino, es un motivo tan válido como cualquier triunfo deportivo o lluvia de escarapelas y cocardas como para exclamar un “viva la patria”, quiera decir lo que quiera decir.
Gonzalo Curbelo
http://ladiaria.com.uy
Repetimos: no existe una diferencia abismal entre las letras y melodías de aquel Cabrera más pop y eléctrico de sus primeros discos -que siguen siendo los más populares y reconocibles por parte de quienes no son sus seguidores habituales- y los recientes, pero la diferencia del sonido general de la banda que comanda es realmente sorprendente. En sus últimas obras parece haber encontrado una sonoridad completamente personal y atemporal, que aísla cada timbre de sus acompañantes, dándoles un espacio propio en el que los músicos intervienen en frases sincopadas, haciendo que las melodías se vuelvan vaporosas, a veces elusivas y con un inconfundible sabor jazz y que por momentos hace borrosa la naturaleza original de las composiciones.
En Canciones propias, Cabrera pudo explorar ese nuevo sonido con la mejor de las excusas: la de dedicarse exclusivamente a composiciones ajenas. Al desaparecer en su rol -a estas alturas incuestionable- como compositor y letrista, lo que quedó fue el Cabrera intérprete. El cantante de voz cada vez menos nasal y más aspera, el guitarrista tan sutil como deslumbrante, el arreglista que escucha tanto el silencio como el virtuosismo de sus acompañantes. Es decir: el sonido único del que hablábamos en un principio y que tal vez demoró tres décadas en pulir.
Ahora, con ese sonido ya capturado y definido (¿en forma definitiva?, parece difícil sostenerlo hablando de alguien tan inquieto como Cabrera), Viva la Patria se presenta como el estreno de ese sonido aplicado a una nueva colección de canciones, tal vez una de las más notables de su ya extensa carrera, que confirma una vez más lo que en realidad ya estaba más que confirmado: la estatura de Cabrera como uno de los compositores más ricos y elaborados, no de Uruguay sino de América Latina en general.
Para esta nueva obra, Cabrera amplió el fantástico trío conformado para Bardo (2006) con Federico Righi al bajo y Ricardo Gómez a la batería -una formación ya autosuficiente- con Herman Klang al piano (que ya había ingresado en Canciones propias) y el refinado Juan Pablo Chapital a la guitarra. Incluyó además una partipación estelar de Jorge Galemire, cocompositor de “Hijos de la abundancia”, quien también lleva la voz cantante en ese tema. El resultado no es más barroco o abigarrado que en Bardo o en Canciones propias, sino que conserva ese aire suelto -que algún desprevenido puede sentir como impreciso- que impregnaba esos discos, pero ampliando su paleta de colores hasta un punto casi mágico. Menos explícitamente experimental que en discos como Río (1996) o Ciudad de la Plata (1998), Viva la patria no es, sin embargo, una obra fácil u orientada a capturar nuevos oyentes. Es simplemente un disco que cree que la sorpresa de la excelencia es la única concesión digna, y esa excelencia, más allá de los logros sonoros e interpretativos, está sustentada en canciones.
Las ventanas
Es inevitable que un nombre tan llamativo como Viva la patria -que en cierta forma resume la observación detallada de lo uruguayo contenida en el disco- dirija la atención inmediata a la canción homónima que contiene, y ésta merece cada segundo de dicha atención, porque se trata de un clásico instantáneo en la obra de Cabrera.
Melodiosa y angular a la vez, si se quiere, “Viva la patria”-aunque es mucho más breve- pertenece más a la familia de composiciones como “La casa de al lado”, uno de los éxitos más improbables -teniendo en cuenta su radicalidad melódica y poética- que haya dado la música uruguaya en las últimas décadas. Es decir, no se trata de un tema tan inmediatamente accesible como “Agua” o “El tiempo está después”, pero contiene en sus apoyos melódicos y palabras una potencia imposible de ignorar, de esa que detiene conversaciones y calla salas repletas de espectadores ansiosos. Cabrera canta la historia de dos uruguayos signados por sus nacimientos respectivos en el Hospital Canzani y el Hospital Pereira Rossell mediante una sucesión de imágenes de una riqueza tan interactiva que citar un solo verso sería mutilarla, pero que no llegan a definir en qué clave se las presenta como un “viva la patria”, ya que no se trata de una canción de afirmaciones nacionales, sino de ventanas sociales abiertas para dejar entrar una brisa poética tan fresca y melancólica como la de la música que la sustenta.
Es previsible que una canción tan formidable termine echando sombra sobre las que la acompañan, aun si éstas son de primera calidad, pero afortunadamente Cabrera parece estar viviendo uno de sus mejores momentos creativos, y dentro de los 15 temas que contiene Viva la patria hay varios que están a un nivel similar, aunque quizás más sutil. Como “Canelones”, que abre el disco con un homenaje al departamento hermano que contiene y abraza al Montevideo tantas veces evocado en sus canciones. Como “Caminos en flor”, que coquetea con una melodía pop que nunca termina de explayarse, pero que sin embargo queda resonando. Como “Futura cumbia” que nombra y cita al género más disímil que puede imaginarse de su música, revalorándolo con respeto desde la percusión y los coros. O como “Nunca dije te amo”, el único tema explícitamente romántico del disco, que lo cierra con una de sus melodías más hermosas, sobre la que flota en el fraseo de Cabrera y su entonación el fantasma del Eduardo Darnauchans de “Miente”.
Da un poco de vergüenza acumular elogios sobre un disco como Viva la patria, una obra tan buena que no necesita la defensa o relato de ningún reseñador para validarse a sí misma. Pero de cualquier forma es un motivo de alegría que, justo en el momento en que no sólo Uruguay sino el continente parecen haberse decidido a reconocer el inmenso talento de este compositor, Cabrera corresponda ese reconocimiento con el que -en mi subjetiva opinión- es su mejor trabajo desde el ya lejano El tiempo está después (1989). Que Fernando Cabrera sea un compositor uruguayo, de Paso Molino, es un motivo tan válido como cualquier triunfo deportivo o lluvia de escarapelas y cocardas como para exclamar un “viva la patria”, quiera decir lo que quiera decir.
Gonzalo Curbelo
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Fernando Cabrera,
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domingo, 6 de octubre de 2013
Quando se trata de usted, tengo un montón de palabras (Fernando Cabrera en Brasil)
Sexta-feira, 04 de Outubro de 2013.
Tenho comigo entradas para o recital de Fernando Cabrera que aconteceria as 21h no Sesc Belenzinho.
Estou no outro extremo da cidade, tenho 30km para percorrer em um período de 3 horas, e em São Paulo, numa sexta-feira às 18h significa provavelmente ter dificuldades para chegar ao recital.
O trânsito estava lento, algumas interdições pelo caminho fizeram que o percurso se tornasse ainda mais longo.
Entre buzinas e barulhos intermináveis de uma cidade que não para nunca.
Meus pensamentos estavam repletos de reflexões : " Fernando Cabrera, será que ele é mesmo " o Caetano Veloso do Uruguai" como dizem os críticos brasileiros?", " Será que conseguirei compreender suas canções com este meu espanhol tão primário?", " Outros brasileiros além de mim estarão lá? Uruguaios também?", "
Enquanto criava em meus pensamentos expectativas sobre o que iria viver. Finalmente às 20:30h cheguei ao meu destino.
Ainda me restava meia hora antes do show, fui a cafeteria, estava ansiosa, e um tanto cansada do meu dia de trabalho. Precisava comer e beber alguma coisa.
O show estava marcado para acontecer no Teatro do Sesc, assim que quando cheguei não haviam muitas pessoas naquele andar.
Tomava meu café e observava as pessoas que entravam. Não havia outro evento naquele piso, assim que conclui que todos aguardavam por Cabrera.
A primeira impressão que tive é que se tratava de um público distinto. Havia senhoras e senhores sexagenários alguns portando bengalas, não é um costume encontrar pessoas desta idade indo a recitais no Brasil, e isso já me surpreendeu.
Depois a grande maioria do público era formada por pessoas como eu, com idade próxima aos 30 anos, um pouco mais talvez, mas seguramente entre 30 e 40 anos.
Homens de 30 anos com barba não é algo tipicamente brasileiro, e o lugar estava repleto deles, mulheres com roupas alternativa também não. Me sentia fora de contexto, eu era completamente diferente de todos naquele ambiente.
Nas mesas ao meu redor, o idioma predominante não era o português e sim o espanhol, meus ouvidos estavam loucos tentando compreender sobre o que conversavam.
Naquele momento não estávamos em São Paulo, estávamos em um lugar qualquer de Montevidéu.
Tudo isto para mim compunha parte do show, eram elementos muito particulares e eu estava completamente encantada.
Às 20:50h, funcionários do local abriram as portas do Teatro para que o público pudesse se acomodar.
Me sentei a pouquíssimos metros do cenário, a minha frente, estava um daqueles senhores sexagenários acompanhado de um daqueles "homens de 30" provavelmente se tratavam de Avô e Neto, de uma estória que começou em terras uruguaias e prosseguiu em solo brasileiro.
O senhor perguntava em Espanhol ( a maioria das coisas que ele dizia eram realmente perguntas), o homem lhe respondia em português, e era como se os dois falassem a mesma linguagem, se entendiam perfeitamente.
Pontualmente às 21h as luzes do teatro se apagaram e o locutor com sua voz grave e bonita transmitia-nos suas orientações sobre ser proibido filmar e fotografar, sobre a localização das saídas de emergência e todo aquele protocolo que se deve cumprir antes de começar qualquer espetáculo.
Neste momento, dois fatores mais uma vez me traçaram paralelos entre Brasil e Uruguai.
Primeiro: Os recitais no Brasil nunca começam no horário programado. Sempre há atrasos, um artifício que os artistas utilizam para aumentar a expectativa do público ou mesmo para demonstrarem o quão grandiosos e importantes são.
Segundo: Não dei a menor importância para as orientações sobre "proibido filmar e fotografar", ninguém nunca fiscaliza isto, nunca me impediram de gravar, esta é seguramente uma informação totalmente protocolar que a casa de eventos deve cumprir. Assim que, estava com minha câmera preparada para registrar todo o espetáculo como é de meu costume proceder.
Ao término das instruções finalmente foi anunciado Fernando Cabrera, o público presente aplaudiu fervorosamente, como se há muito tempo esperassem por aquele momento. Seguramente esperavam.
Cabrera, com seu traje elegante, saudou ao público com uma reverência. Sentou-se ao fim das palmas. Um silêncio profundo tomou conta do teatro. Ouvia-se claramente todos os sons de Cabrera conectando seus instrumentos musicais. Cada segundo parecia durar uma eternidade.
Havia um pouco de tensão no ar, gerada pela expectativa de todos que aguardavam ouvir os primeiros acordes e a singular voz do cantor.
O silêncio foi quebrado, e o teatro se encheu da doçura dos acordes e da ternura da voz de Fernando.
Isso para mim era quase que inacreditável, temos aqui o maldito costume de tentar cantar mais alto que o artista para externalizar nossas emoções.
Tenho certeza de que a grande maioria das pessoas presentes sabia cada um dos versos de todas as canções que nos foram apresentadas, mas o importante ali não era externalizar nossas emoções e sim captar em nossos silêncios toda a poesia presente naquele homem, algo grandioso estava acontecendo naquele momento e nós, cerca de 200 pessoas presentes, eramos as únicas testemunhas disto. Isso era mais do que um privilégio.
As cinco primeiras canções do set list foram: Punto Muerto, La Casa de al lado, Caminos en Flor, La garra del corazón e Al mismo tiempo.
As 3 primeiras canções soaram ininterruptas, sem nenhuma intervenção do público, todos estávamos estáticos, era maravilhoso o que chegava aos nossos ouvidos.
Ao término da 3 canção, de uma maneira muito divertida com um pausado " M-u-y b-u-e-n-a-s n-o-c-h-e-s" Cabrera arrancou risos da platéia.
Eu já estava completamente convencida de que aquele homem era realmente um grande artista, de uma linhagem muito singular, de uma compreensão as vezes não tão acessível ao grande público mas de pura maestria.
Eu conhecia poucos temas, mas isto não me impediu de perceber quando se tratava de uma canção espetacular.
Todos os meus sentidos estavam voltados para absorver o máximo de sensações possíveis, não queria perder nenhum detalhe. "Quando será a próxima vez que poderei desfrutar de tudo de novo? Não sei!" Algumas oportunidades são únicas e eu agarrei esta com todo o meu coração.
Quando começaram os primeiros acordes de "Escondido" fui gentilmente convidada a interromper minha filmagem. Isto nunca me havia acontecido, assim que fiquei um pouco inerte e obedeci ao comando.
O que se seguiu depois foi mais lindo ainda, os próximos temas foram cantados e tocados por Cabrera como se tudo estivesse completamente cheio da sua verdade, e eu acredito que realmente estava, me dei por convencida disto quando desabotoando a sua camisa, com a voz um tanto embargada, os olhos trêmulos e cheios de tristeza ele disse " a próxima canção sempre me emociona muito e me deixa nervoso, se chama " Lisa se casó"
Que intensidade em cada verso! Quase pude tocar a dor que ele sentia quando dizia cada palavra desta canção.
Me aproximei do altar
Era a minha vez de ler
Não repare nunca Deus
A ingênua comédia que os homens interpretem
Os outros dois pontos que me marcaram muito durante o recital foram quando Cabrera cantou "Te abrace en la noche"
Te abracei a noite
Com aquele beijo desconhecido que se foi contigo
Quase não pude conter as lagrimas em meus olhos, nem tão pouco tinha a intensão de fazê-lo. Foi como um golpe forte, meu coração se apertou em um instante profundo era como se aqueles versos contasse um pouco de mim, um pouco de minha estória.
A outra grande canção, que chegou em mim como um raio foi " Nunca te dije te amo"
Nunca te disse te amo
Nem vou te dizer
São palavras que qualquer um
Diz com certeza ou não
Nunca te disse te amo
Mas te amo como nunca amarei
Outros tantos foram os momentos especiais, como quando cantou " Viveza" acompanhado de sua sua pequena caixa, um ritmo tão próximo do samba brasileiro. A medida que a batida na caixa se alterava em minha mente se aclarava o contexto imagético de todos os elementos da canção, me senti como quando estive a pouco mais de um ano na centro da Cidade Velha vendo passar por mim todos os personagens da canção: A secretária, o gato, a fina chuva, o cheiro das frutas no Mercado Municipal, o rato com suas ganas de sobreviver.
Poucas canções me propiciam esta sensação de me transportar para o lugar narrado. Recordar este momento me emociona.
Ao término de 60 minutos de show Cabrera agradeceu a presença de todos e se retirou do cenário.
Nós, público presente, o aplaudimos por cerca de 5 minutos em pé até que ele regressasse ao cenário.
Contente com o que se passava, com um largo sorriso estampado em seu rosto nos dizia algumas palavras enquanto muitos da platéia aproveitavam daquele momento para implorar que tocasse sua canção favorita, muitos foram os temas solicitados mas Fernando escolheu " La Balada de Astor Piazolla" para nos presentear uma vez mais.
Explicou que era a escolhida por em determinado momento " nombrar a Tom Jobim, uno de mis referentes en la música, soy "fã", fanático de el" e seguiu explicando que fez esta canção quando soube que Astor Piazolla havia sofrido um acidente vascular cerebral, que se encontrava em coma e que queria que com aquela canção suas palavras lhe chegassem de alguma maneira. Disparou seus versos e acordes uma vez mais.
Seu coração me faz recordar as mudanças
Da hormonia de Tom Jobim
Ainda tivemos o privilégio de ouvir umas 4 ou 5 canções mais. Ovacionado novamente agradeceu a presença de todos e se despediu com uma frase emblemática que nunca em minha vida eu havia escutado e que confirmou todas as minhas impressões sobre aquele homem:
HASTA SIEMPRE
Me retirei do teatro com a alma repleta de sensibilidade, a música sempre é um mecanismo muito intenso em minha vida é algo que me permite sempre tocar o que há de mais sincero em minha existência.
No saguão do Teatro me dirigi a bancada onde estavam expostos para venda o cd "Viva La Patria", o DVD "Intro" e o livro "Mudança" editado somente no Brasil, de maneira bilingue no mesmo exemplar, com poemas e canções de Cabrera. Comprei todos!
Perguntei se ele iria autografá-los e ouvi um sonoro " Sim, é só aguardar".
Aguardei e enquanto aguardava uma doce voz feminina surpreendida me perguntou como eu conhecia Cabrera. Lhe respondi que tenho amigos no Uruguai e que me apresentaram a música de Cabrera. Ela realmente estava surpreendida e eu um tanto em dúvida se ela era brasileira ou não, tinha um português excelente e estava acompanhada de um homem que sem sombra de dúvidas era uruguaio.
Me sentia nervosa, na expectativa de ter um instante com Fernando, encerrei brevemente a conversa com aquela mulher e me arrependi amargamente de não ter prosseguido, me parecia uma pessoa interessante, daquelas que sabem traduzir em excelentes palavras todas as suas opiniões.
Pouco depois surgiu Cabrera, de braços abertos e sorriso sincero.
Havia uma mulher antes de mim, prestei atenção no que eles conversavam. Ela estava visivelmente nervosa e lhe contava que o havia conhecido por kevin, suponho que se tratava de Kevin Johansen.
Ela se despediu, era a minha vez, foi ele quem disse primeiro:
_ Hola que tal?
_ Hola, muy bien y vos?
_De donde sos?
_De acá!
_Ah! De San Pablo, que bien!
_ Compraste todos?
_ Por supuesto! Ya los quiero muchísimo
_ Como es tu nombre
_ Júnnia. J-U-N-N-I-A
_ Es un invento de tus padres?
Neste momento nos olhamos e começamos a rir com muita alegria, lhe respondi que era algo assim. Uma broma uruguaia, Fernando me fez uma broma!!!! Nunca me esquecerei disto!
_Gracias por regalarnos tanta dulzura e tanta ternura en tus canciones!
_ Gracias a vos por venir!
_Me regalas una foto?
_Claro!
y ya no hace falta decirles nada!
Tenho comigo entradas para o recital de Fernando Cabrera que aconteceria as 21h no Sesc Belenzinho.
Estou no outro extremo da cidade, tenho 30km para percorrer em um período de 3 horas, e em São Paulo, numa sexta-feira às 18h significa provavelmente ter dificuldades para chegar ao recital.
O trânsito estava lento, algumas interdições pelo caminho fizeram que o percurso se tornasse ainda mais longo.
Entre buzinas e barulhos intermináveis de uma cidade que não para nunca.
Meus pensamentos estavam repletos de reflexões : " Fernando Cabrera, será que ele é mesmo " o Caetano Veloso do Uruguai" como dizem os críticos brasileiros?", " Será que conseguirei compreender suas canções com este meu espanhol tão primário?", " Outros brasileiros além de mim estarão lá? Uruguaios também?", "
Enquanto criava em meus pensamentos expectativas sobre o que iria viver. Finalmente às 20:30h cheguei ao meu destino.
Ainda me restava meia hora antes do show, fui a cafeteria, estava ansiosa, e um tanto cansada do meu dia de trabalho. Precisava comer e beber alguma coisa.
O show estava marcado para acontecer no Teatro do Sesc, assim que quando cheguei não haviam muitas pessoas naquele andar.
Tomava meu café e observava as pessoas que entravam. Não havia outro evento naquele piso, assim que conclui que todos aguardavam por Cabrera.
A primeira impressão que tive é que se tratava de um público distinto. Havia senhoras e senhores sexagenários alguns portando bengalas, não é um costume encontrar pessoas desta idade indo a recitais no Brasil, e isso já me surpreendeu.
Depois a grande maioria do público era formada por pessoas como eu, com idade próxima aos 30 anos, um pouco mais talvez, mas seguramente entre 30 e 40 anos.
Homens de 30 anos com barba não é algo tipicamente brasileiro, e o lugar estava repleto deles, mulheres com roupas alternativa também não. Me sentia fora de contexto, eu era completamente diferente de todos naquele ambiente.
Nas mesas ao meu redor, o idioma predominante não era o português e sim o espanhol, meus ouvidos estavam loucos tentando compreender sobre o que conversavam.
Naquele momento não estávamos em São Paulo, estávamos em um lugar qualquer de Montevidéu.
Tudo isto para mim compunha parte do show, eram elementos muito particulares e eu estava completamente encantada.
Às 20:50h, funcionários do local abriram as portas do Teatro para que o público pudesse se acomodar.
Me sentei a pouquíssimos metros do cenário, a minha frente, estava um daqueles senhores sexagenários acompanhado de um daqueles "homens de 30" provavelmente se tratavam de Avô e Neto, de uma estória que começou em terras uruguaias e prosseguiu em solo brasileiro.
O senhor perguntava em Espanhol ( a maioria das coisas que ele dizia eram realmente perguntas), o homem lhe respondia em português, e era como se os dois falassem a mesma linguagem, se entendiam perfeitamente.
Pontualmente às 21h as luzes do teatro se apagaram e o locutor com sua voz grave e bonita transmitia-nos suas orientações sobre ser proibido filmar e fotografar, sobre a localização das saídas de emergência e todo aquele protocolo que se deve cumprir antes de começar qualquer espetáculo.
Neste momento, dois fatores mais uma vez me traçaram paralelos entre Brasil e Uruguai.
Primeiro: Os recitais no Brasil nunca começam no horário programado. Sempre há atrasos, um artifício que os artistas utilizam para aumentar a expectativa do público ou mesmo para demonstrarem o quão grandiosos e importantes são.
Segundo: Não dei a menor importância para as orientações sobre "proibido filmar e fotografar", ninguém nunca fiscaliza isto, nunca me impediram de gravar, esta é seguramente uma informação totalmente protocolar que a casa de eventos deve cumprir. Assim que, estava com minha câmera preparada para registrar todo o espetáculo como é de meu costume proceder.
Ao término das instruções finalmente foi anunciado Fernando Cabrera, o público presente aplaudiu fervorosamente, como se há muito tempo esperassem por aquele momento. Seguramente esperavam.
Cabrera, com seu traje elegante, saudou ao público com uma reverência. Sentou-se ao fim das palmas. Um silêncio profundo tomou conta do teatro. Ouvia-se claramente todos os sons de Cabrera conectando seus instrumentos musicais. Cada segundo parecia durar uma eternidade.
Havia um pouco de tensão no ar, gerada pela expectativa de todos que aguardavam ouvir os primeiros acordes e a singular voz do cantor.
O silêncio foi quebrado, e o teatro se encheu da doçura dos acordes e da ternura da voz de Fernando.
Isso para mim era quase que inacreditável, temos aqui o maldito costume de tentar cantar mais alto que o artista para externalizar nossas emoções.
Tenho certeza de que a grande maioria das pessoas presentes sabia cada um dos versos de todas as canções que nos foram apresentadas, mas o importante ali não era externalizar nossas emoções e sim captar em nossos silêncios toda a poesia presente naquele homem, algo grandioso estava acontecendo naquele momento e nós, cerca de 200 pessoas presentes, eramos as únicas testemunhas disto. Isso era mais do que um privilégio.
As cinco primeiras canções do set list foram: Punto Muerto, La Casa de al lado, Caminos en Flor, La garra del corazón e Al mismo tiempo.
As 3 primeiras canções soaram ininterruptas, sem nenhuma intervenção do público, todos estávamos estáticos, era maravilhoso o que chegava aos nossos ouvidos.
Ao término da 3 canção, de uma maneira muito divertida com um pausado " M-u-y b-u-e-n-a-s n-o-c-h-e-s" Cabrera arrancou risos da platéia.
Eu já estava completamente convencida de que aquele homem era realmente um grande artista, de uma linhagem muito singular, de uma compreensão as vezes não tão acessível ao grande público mas de pura maestria.
Eu conhecia poucos temas, mas isto não me impediu de perceber quando se tratava de uma canção espetacular.
Todos os meus sentidos estavam voltados para absorver o máximo de sensações possíveis, não queria perder nenhum detalhe. "Quando será a próxima vez que poderei desfrutar de tudo de novo? Não sei!" Algumas oportunidades são únicas e eu agarrei esta com todo o meu coração.
Quando começaram os primeiros acordes de "Escondido" fui gentilmente convidada a interromper minha filmagem. Isto nunca me havia acontecido, assim que fiquei um pouco inerte e obedeci ao comando.
O que se seguiu depois foi mais lindo ainda, os próximos temas foram cantados e tocados por Cabrera como se tudo estivesse completamente cheio da sua verdade, e eu acredito que realmente estava, me dei por convencida disto quando desabotoando a sua camisa, com a voz um tanto embargada, os olhos trêmulos e cheios de tristeza ele disse " a próxima canção sempre me emociona muito e me deixa nervoso, se chama " Lisa se casó"
Que intensidade em cada verso! Quase pude tocar a dor que ele sentia quando dizia cada palavra desta canção.
Me aproximei do altar
Era a minha vez de ler
Não repare nunca Deus
A ingênua comédia que os homens interpretem
Os outros dois pontos que me marcaram muito durante o recital foram quando Cabrera cantou "Te abrace en la noche"
Te abracei a noite
Com aquele beijo desconhecido que se foi contigo
Quase não pude conter as lagrimas em meus olhos, nem tão pouco tinha a intensão de fazê-lo. Foi como um golpe forte, meu coração se apertou em um instante profundo era como se aqueles versos contasse um pouco de mim, um pouco de minha estória.
A outra grande canção, que chegou em mim como um raio foi " Nunca te dije te amo"
Nunca te disse te amo
Nem vou te dizer
São palavras que qualquer um
Diz com certeza ou não
Nunca te disse te amo
Mas te amo como nunca amarei
Outros tantos foram os momentos especiais, como quando cantou " Viveza" acompanhado de sua sua pequena caixa, um ritmo tão próximo do samba brasileiro. A medida que a batida na caixa se alterava em minha mente se aclarava o contexto imagético de todos os elementos da canção, me senti como quando estive a pouco mais de um ano na centro da Cidade Velha vendo passar por mim todos os personagens da canção: A secretária, o gato, a fina chuva, o cheiro das frutas no Mercado Municipal, o rato com suas ganas de sobreviver.
Poucas canções me propiciam esta sensação de me transportar para o lugar narrado. Recordar este momento me emociona.
Ao término de 60 minutos de show Cabrera agradeceu a presença de todos e se retirou do cenário.
Nós, público presente, o aplaudimos por cerca de 5 minutos em pé até que ele regressasse ao cenário.
Contente com o que se passava, com um largo sorriso estampado em seu rosto nos dizia algumas palavras enquanto muitos da platéia aproveitavam daquele momento para implorar que tocasse sua canção favorita, muitos foram os temas solicitados mas Fernando escolheu " La Balada de Astor Piazolla" para nos presentear uma vez mais.
Explicou que era a escolhida por em determinado momento " nombrar a Tom Jobim, uno de mis referentes en la música, soy "fã", fanático de el" e seguiu explicando que fez esta canção quando soube que Astor Piazolla havia sofrido um acidente vascular cerebral, que se encontrava em coma e que queria que com aquela canção suas palavras lhe chegassem de alguma maneira. Disparou seus versos e acordes uma vez mais.
Seu coração me faz recordar as mudanças
Da hormonia de Tom Jobim
Ainda tivemos o privilégio de ouvir umas 4 ou 5 canções mais. Ovacionado novamente agradeceu a presença de todos e se despediu com uma frase emblemática que nunca em minha vida eu havia escutado e que confirmou todas as minhas impressões sobre aquele homem:
HASTA SIEMPRE
Me retirei do teatro com a alma repleta de sensibilidade, a música sempre é um mecanismo muito intenso em minha vida é algo que me permite sempre tocar o que há de mais sincero em minha existência.
No saguão do Teatro me dirigi a bancada onde estavam expostos para venda o cd "Viva La Patria", o DVD "Intro" e o livro "Mudança" editado somente no Brasil, de maneira bilingue no mesmo exemplar, com poemas e canções de Cabrera. Comprei todos!
Perguntei se ele iria autografá-los e ouvi um sonoro " Sim, é só aguardar".
Aguardei e enquanto aguardava uma doce voz feminina surpreendida me perguntou como eu conhecia Cabrera. Lhe respondi que tenho amigos no Uruguai e que me apresentaram a música de Cabrera. Ela realmente estava surpreendida e eu um tanto em dúvida se ela era brasileira ou não, tinha um português excelente e estava acompanhada de um homem que sem sombra de dúvidas era uruguaio.
Me sentia nervosa, na expectativa de ter um instante com Fernando, encerrei brevemente a conversa com aquela mulher e me arrependi amargamente de não ter prosseguido, me parecia uma pessoa interessante, daquelas que sabem traduzir em excelentes palavras todas as suas opiniões.
Pouco depois surgiu Cabrera, de braços abertos e sorriso sincero.
Havia uma mulher antes de mim, prestei atenção no que eles conversavam. Ela estava visivelmente nervosa e lhe contava que o havia conhecido por kevin, suponho que se tratava de Kevin Johansen.
Ela se despediu, era a minha vez, foi ele quem disse primeiro:
_ Hola que tal?
_ Hola, muy bien y vos?
_De donde sos?
_De acá!
_Ah! De San Pablo, que bien!
_ Compraste todos?
_ Por supuesto! Ya los quiero muchísimo
_ Como es tu nombre
_ Júnnia. J-U-N-N-I-A
_ Es un invento de tus padres?
Neste momento nos olhamos e começamos a rir com muita alegria, lhe respondi que era algo assim. Uma broma uruguaia, Fernando me fez uma broma!!!! Nunca me esquecerei disto!
_Gracias por regalarnos tanta dulzura e tanta ternura en tus canciones!
_ Gracias a vos por venir!
_Me regalas una foto?
_Claro!
y ya no hace falta decirles nada!
Junnia Helisa
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domingo, 22 de septiembre de 2013
Viva la Patria (Letras de sus canciones)
01-CANELONES
De arriba parece un laberinto
qué lápiz lo supo dibujar
hay tantas fronteras en tu casa
de tierra de arroyos y de mar
Se junta la gente en Guadalupe
escuela patricia colonial
después se fue haciendo una cadena
usaron a fondo el santoral
Pionero canario mi apellido
un brazo del gesto fundador
patriotas humildes que no tuvieron
el libro de historia a su favor
Convive la nueva maquinaria
con montes que nadie atravesó
con gente que arañas con sus bueyes
la tierra que más alimentó
Te has vuelto partera de emigrantes
tu puerta es buzón de par en par
oís que acá nada es importante
que para los sueños no hay lugar
Se vuelve una meta ser errante
creer que en tu calle no hay acción
oís que lo dicen en el barrio
también el liceo es portavoz
ya es parte de un falso imaginario
que aquí no hay espacio para vos
y el mundo es destino sin variante
y el pago es futura devoción
Aumenta el volumen desde Pando
se escucha un furioso rock and roll
subieron a escena discrepando
reúnen a muchos en su voz
pintó mal humor con apuro
por suerte limó para mejor
Después me hospedé en Santa Lucía
orilla que un día refrescó
a ilustres turistas argentinos
a un rey que reinó como cantor
Piloto de una casa rodante
que se estacionó frente al mar
el frío se vuelve veraneante
de nuevo pudiste remolcar
al sol y su barra de acampantes
vendrán con su carpa una vez más.
02-CAMINOS EN FLOR
Era un viejo guitarrero
las uñas del corazón
también un armoniquista
sus filigranas de soplador
en la y griega de dos caminos
el azar nos acarició
un par de bonitas trenzas
completaría nuestra función
Sería la bailarina
la estela de mi acordeón
decidimos un rumbo fijo
parar en cada rincón
mente y manos en la masa
los hilos de esta cuestión
comenzaron a enlazarse
con nudos de buen humor
Los pagos se hicieron viñas
los tratos papel feliz
los atrios y los teatros
las plazas y nuestra actriz
volcaba su dulce oficio
no dejaba de sonreír
las palmas desde el inicio
todas ansiosas por aplaudir
Contento quedaba el pueblo
satisfecho el promotor
los niños y los abuelos
el joven y el profesor
es que no era para menos
dábamos todo el corazón
las chicas con sus pañuelos
las damas con su bastón
Llegó el tiempo del retiro
de entonar la última canción
hallamos un cementerio
con árboles y un montón
de exquisitas esculturas
jardín de ningún adiós
camarines por sepultura
llanura como telón
por lápida la poesía
anónima que escribiste vos
03-BUENA MADERA
Veo el aserrín flotando en el aire
veo un espiral de viruta
Con parts de ausencia formó su arte
algo de silencio algo de pregunta
Escuela industrial Paso de la Arena
ebanistería Figari
La sierra es la cuña de esta moneda
metro y poesía haciendo yunta
Ahora te mudaste a La Unión
atrás de esa joyera loca
te siguieron niñas las herramientas
tras la ilusión que el amor provoca
Esta mesa me confesó
que soñó sostener la copa
y también me dijo que te dijera
renace el árbol que tu alma toca
Las palomas regresaban puntuales
mensajeras de profesión
llevan anillado en la pata un chasque
cien kilómetros de un tirón
Dónde esta la vuelta de este candombe
la cuestión está en la madera
Alguien lustra el alma de los tambores
alguien hace las puertas más sinceras.
04-VIVA LA PATRIA
Nací en el hospital Canzani
igual que tantos otros mas
Asignaturas Familiares
el Uruguay de los iguales
penillanura de Uruguay
cuando salí del hospital
pregunté por la licencia
por la expresión del capataz
por la intención del puntapié
a no quedarme empecé
llené mi bolso veloz
y al extranjero arribé
fui un inmigrante precoz
rodé, volé, navegué
y en los momentos de ocio
viejo ya, fuera de juego
me pongo a repasar el juego
abro el cajón cierro el negocio
nací en el Hospital Canzani
igual que tantos otros más
Nací en el hospital Pereira
igual que algunos otros más
era un barrial y el patrullero
se arrepintió llamó al bombero
yo aún adentro de mi mamá
por fin nos llevó un carro
pantano afuera del rancherío
me enamoré del hospital
de la limpieza la comida
a sacudirme empecé
mi madre entró en erupción
el personal se acercó
con papel y lapicera
rodé, lloré, patiné
incursioné en guardería
luego atrás con mucho eco
mi hermano llenaba el hueco
que no fue mío hasta aquel día
que fui al Hospital Pereira
igual que tantos otros más
De viejo fabriqué ladrillos
calle Sanfuentes y Cibils
varias yeguas en la noria
pisando su propia escoria
aire de suburbio fabril
silbato de guardia civil
desde el Cerro a La Tablada
un camino de adoquines
hoy cárcel de un crimen niño
Hombre en pie senderos negros
te juro historia no creo
llorar cuando te hayas muerto
no creo canción que llores
también cuando yo haya muerto.
05-ESCONDIDO
El sol subió el sol bajó
el día vi la noche no
avión ayer carreta hoy
mañana pie pasado adiós
Perder el tiempo fue irreparable error
nada lo hace volver descubre el corazón
No te hagas el escondido te preciso lo sabés
vivir con alguien oculto nada peor para crecer
Te seguí por todo el pago solo y terco pa tener
que verte escondiendo el bulto verte zafar otra vez
La partera dijo gauchito cuando me vio aparecer
aquí llego yo despacito menuda aduana nacer
estaba en blanco el papel
No me vengas con historias es el dicho que te oí
en las pocas ocasiones que te dirigiste a mi
Ay el humo de la vida que se nos termina el tren
el horario es cosa fina se diluye en este andén
La partera dijo gauchito cuando me vio aparecer
en el rancho los dos solitos mi madre y yo sin saber
ella parir yo nacer
06-HIJOS DE LA ABUNDANCIA
La muerte a veces puede titubear
también ella enfrenta su rival
tampoco es esta la primera vez
que se medirán
Un hombre piensa y duda en soledad
su fortuna da tranquilidad
los pastizales que antes combatió
se revelarán, él no los verá crecer
Inaugurando la riqueza van
hijos bobos de la abundancia
tonto botín maltrataron
la prosperidad
Son hijos que cultivan al revés
con sus ojos pisan sin mirar
llevan caretas por caparazón
oraciones que no se oirán
Un hombre piensa y duda en soledad
su fortuna da tranquilidad
los pastizales que antes combatió
se revelarán. él no los verá crecer.
07-FOTOESTUDIO
El centro pesado
18 de julio vereda caliente
mi paso apurado
el tránsito suda transpira la gente
Pero hay un sitio
hay una playa
El año pasado
me fui del país viaje de repente
cantar me ha ayudado
la música siempre acompaña al ausente
Porque hay amigos
en la guitarra
Habías reciclado
un rancho en el paso molino de arena
hiciste el asado
con tango y milonga adobaste la cena
Tuviste un sistema
hablar con franqueza reírte de todo
ganarle al problema
confianza frescura y razón codo a codo
Pero hoy te dimos
la despedida.
08-LA HUELLA DE MONTEVIDEO
A la huella encontrada en
un alto estante
atrás de otros olvidos
y causas de antes
El ojo de Hernandarias
fue el más antiguo
pero no era el momento
faltaba un sigo
Lindo Montevideo te han demorado
heredaste este paso ensimismado
Contrabando de gente seguís pasando
yo me afinco y te pueblo y si puedo canto
Esta huella recuerda
a Pedro Gronardo
que despertó a Zabala
de su letargo
Bruno nos dio esta frase
con voz temprana
no hagas hoy lo que puedas
hacer mañana.
Cuando pasen los siglos por estos pagos
nos verán mate y truco entusiasmados
Nuestra crónica es breve pocos renglones
como toda niñez varios tropezones
09-FUTURA CUMBIA
A dónde vas llevando tu pena
menos pregunta dios y condena
En la pared un balde de arena
pidió el bombero con voz serena
Un eslabón perpetua cadena
pasó cantando a garganta plena
Por qué en tu techo ya no hay antena
me da el almuerzo Dios y no llena
Se fue el teatro y toda su escena
en barco y sonó la sirena
El sol que da calor por sistema
se ha vuelto un ardoroso problema
Dónde vas a dónde te vas
dónde vas a dónde te vas
dónde vas a dónde te vas
adiós
Por que desnudo el hombre camina
nada te explica Dios y examina
Pero aprendí al final de la vida
no todo es callejón sin salida.
10-LA VIDA RECIÉN EMPIEZA
La vida recién empieza
la frase tiene buena intención
la dicen los que me quieren
los que me cuidan el corazón
Las caras de los amigos
muestran certeza en su expresión
son ánimos anodinos
inútil bella su compasión
Resuenan en mi cabeza
los versos de esta canción
los canto porque quisiera
que a otro le sirvan ya que a mi no
Resuenan en mi cabeza
los versos de esta canción
la vida recién empieza
no está de acuerdo mi corazón
Los puertos nuevos amores
poner distancia la distracción
consejos como favores
puedo entenderlos tienen razón
Resuenan en mi cabeza.
11-MERCADERÍA FRESCA
Terminada la canción
de los cantores abucheados
solo me queda el piso
de un remolque piadoso
golpeando mi papel en la varanda
caprichoso desprendo un verso y otro
amigo no busques en las notas
la que natura no da
Natura no da sarcasmo no apresta
ahora que reparo presiones y cobardía fresca
Deshaciéndote de mi
terminaras avanzando
te lo advirtió mi padre
en un gesto generoso
Cobré mi recompensa en la ventana
me entregué a mí mismo vivo o muerto
ahijado no busques en los bancos
lo que natura no da
Natura no da estafa no presta
hoy día desarmo ganzúas y carabina fresca
Agarrándome la piel
sobre un país destemplado
me encaminé a otro lado
viento en proa y achacoso
Usé la tradición como rebozo
de un libro eliminé al Viejo Vizcacha
creyente no busques en el rito
la que la duda no da
La duda no da destino no presta
llévate quince canciones mercadería fresca
Natura no da destino no presta
estoy de liquidaciones de mercería fresca
12-CINE RELIGIÓN
Traen sus ruegos Dios los espera
quizá no todos sepan
que esta cómoda sala
era otra cosa no es lo que era
Entran personas cantan y rezan
personas que no saben
que el altar que hoy veneran
sostuvo el brillo de otras estrellas
Estos fieles que hoy ocupan viajas salas
consideran sagradas sus paredes
otros cines hoy son estacionamiento
ya no pueden volver a ser platea
ya no pueden volver a platea
El viejo canje de los creyentes
ansiosos obedientes
envían oraciones
a direcciones del paraíso
Esta gente le ha devuelto al edificio
la función que tuve en su comienzo
antes cuna de inocentes argumentos
hoy congrega devotos artificios
qué visión que tuvo el arquitecto
13-CORDERO LOBO
Depredador de distancia
tu huella acumulada
mamotreto de pisadas
que no van a ningún lado
De tus colmillos esclavo
tu calma agazapada
templada por el viento
envejece empecinada
Los ojos llenos el hielo de la llanura
vigilás perseguís
tu voz a pleno tus ojos son dos ranuras
olfateás no dormís
En otra estepa la idea de la aventura
conservás no sufrís
tus pasos fríos deshechos de calentura
caminás sucumbís
Aquel cachorro no alcanza
se quema la mañana
la comida mas escasa
las urgencias congeladas
Emperador que esperaba
la presa de la ausencia
la carrera interminable
junta huesos la tormenta
14-DESPUÉS DEL MUELLE
La historia comienza en un barco
o en este guión escorado
pendiente de ser leído
ansioso de ser rodado
que anuncia el mar prometido
las nuevas islas que un día
un Dios confiado en un monte
feliz predijo a su pueblo
inaugurando otra biblia
El mástil un cuello espigado
la luna tocada de estrellas
el cielo parece otorgado
al amor y sus dulces querellas
Quisieron ser reyes fundar una tierra
el sueño duró mientras ellos soñaban
después un mal día sufrieron la sierra
el árbol del sueño y el sol ya no estaban
Creyeron en Dios como tantos mortales
creyeron creer que con eso alcanzaba
blanquearon con fe catacumbas mentales
Ahora son libres como si lo fueran
no saben aún que la noche es eterna
tiniebla sin cambio por mas que prendieran
minúscula y breve la tenue linterna
Se creyeron fundadores
adelantados con capas
novatos innovadores
de sueños metas y mapas
Olvidados tripulantes
vieja tribu de evadidos
por viajeros errantes
siempre dados por perdidos
Olvidados tripulantes
siempre dados por perdidos
Viajar a la locura y volver
tal vez fuera el fin de este viaje
un sabio temerario es aquel
que suma cautela y coraje
Viajar a la locura y volver
tal vez fuera el fin de este viaje
misión de temerario aprender
cautela también es coraje
El mástil un cuello espigado
la luna tocada de estrellas
el cielo parece otorgado
el amor y sus dulces querellas
el cielo parece otorgado.
15-NUNCA TE DIJE TE AMO
Nunca te dije te amo
ni te lo voy a decir
son palabras que cualquiera
dice con certeza o sin
nunca te dije te amo
pero te amo como nunca amaré
Todas las vallas se oponen
todos los dones apoyan
ciertos secretos se imponen
ciertos empujes arrollan
Vendaval tu abrigo
a tu lado sigo
rincón de incredulidad
Espigón barrido
feriados de frío
doblados a la mitad
Nunca te dije te amo
ni te lo voy a decir
son palabras que cualquiera
dice con certeza o sin
nunca te dije te amo
pero te amo como nunca amaré
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