miércoles, 12 de mayo de 2010

Habitante de la Canción


Consideras a tus seguidores incondicionales o mas bien críticos?

Justamente, no creo que sean incondicionales, y eso es lo que crea en mi esa sensacion de responsabilidad, de tener que mantenerme siempre en el mejor nivel alcanzable. Porque si no ellos-como es lógico- con el correr de los años se pueden cansar. Uno también siempre debe tratar de acercar nuevas personas a su publico.


Evaluaste alguna vez si en el momento mas eléctrico de tu trayectoria fue cuando se incorporó mas gente joven a tu público?

No, nunca lo hice. Yo pienso que no va por el lado de la instrumentación, de la orquestación o de la timbrica la razón por la cual una persona se acerca a lo que yo hago.

Cuales serian esas razones, entonces?

Me he dado cuenta que en un alto porcentaje, a mi publico le gusta lo que hago por las letras. Es algo que yo no busqué, porque siempre me consideré músico en mi cabeza; digamos que traté de formarme como músico y terminé siendo cantautor.

En tu caso, en el que se puede separar la escritura por un lado y la música por otro, a la hora de componer una canción, se da primero uno de los aspectos o ambos a la vez?

Se da a veces primero la letra y luego la música, y también a la inversa, pero nunca las dos cosas a la vez. Son dos procedimientos bien diferentes. Muchas veces escribo un texto íntegro, y luego hago la música.En estos casos el propio texto tiene ya una serie de pautas que van a ser utilizables en la música; rítmicas, de acentos, y hasta melódicas. En el caso inverso tenes que hacer un trabajo letrístico en donde vas poniendo palabras como en un puzzle, respetando espacios y acentos de la melodía.

Hay casos ya clásicos como el de Litto Nebbia en los que uno nota con claridad cómo el texto es encajado a prepo en una melodía......

Claro, porque Litto Nebbia agarra más para el lado de la rosa, y después trata de que entre en una música, si o si. Darnauchans por ejemplo, defiende el hecho de que los acentos de las palabras no coincidan con los de la música, a él le gusta que las palabras queden acentuadas en otro lado. Yo, en cambio, trato de que coincidan siempre ambos acentos.

Como te sitúas en relación a tres áreas que pueden considerarse autónomas: el texto, lo instrumental y el canto?

Bueno, la canción es en definitiva mi mundo, a pesar de que tengo tendencia a escribir a veces sólo poesía y de que ahora estoy haciendo música para teatro, concretamente para la Comedia Nacional. Pero en definitiva pienso que mi lugar es la canción.


Vos tenés un timbre vocal y una manera de modular el canto muy particulares que a veces extremás en una especie de experimentación, al menos en ciertos temas.
Es un propósito consciente?

Lo que pasa es que esa diferenciación que se puede ver luego del producto terminado, que tú notás en mí, en el momento de componer las canciones y luego grabarlas- un proceso que a veces dura meses o años-, no está tan clara; para mí son todas canciones. Cada canción requiere cierto enfoque, y yo las voy llevando para distinto lado en el proceso compositivo. Ahora, en el correr de los años me he dado cuenta de que mi voz era bastante dúctil y de que yo podía usarla en forma blanda, utilizándola de diversas maneras y en el estilo de diferentes cantantes. Entonces comencé un poco a aprovechar eso, a sentirme cada vez más confiado y más a gusto con mi voz. Esto ha sido importante, ya que en otro sentido, yo siempre he odiado mi voz, e incluso la he sentido un poco culpable de algunos rechazos por parte del público. En cuanto a esa ductilidad de que te hablaba, la utilizo cuando se presenta la oportunidad, según la clase de canción o de melodía, también para cambiar un poco de tema a tema.

Eduardo Roland (1997 revista Posdata)