Poesía y música en estado puro

Alto, morocho, de pelo largo. Se sentó en el escenario del salón principal del Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) y avisó que leería tres poemas. En dos minutos, Damián Ríos, escritor y poeta entrerriano, hizo que la audiencia se emocione, se ría y aplauda. Luego, cuando apareció el músico y cantante uruguayo Fernando Cabrera y acompañó con su guitarra el tercer poema (un mail escrito por Ríos para sí mismo con el título de "Chamarra para un perrito"), el auditorio llegó al clímax. Fue el primer encuentro del año de los Martes de Poesía y Música, un ciclo que en 2010 contó con figuras entrañables como Diana Bellessi, Liliana Herrero –presente en el público- y Alberto Laiseca. Y que este año tiene en agenda a Richard Coleman y Daniel Durand para la próxima función.

"Me gusta pensar que soy una pelota cuesta abajo en una calle de tierra en una mañana fresca y clara./ Me cuesta pensar que soy un pensamiento", dijo Ríos, un poco trabado entre sus palabras, nervioso frente a las más de 100 personas que llenaron el coqueto auditorio subterráneo de la calle Florida. "La verdad es que admiro a Fernando y fue una linda noticia saber que él me había elegido. Nos conocimos recién", contó Ríos antes del recital. Efectivamente, músico y poeta se encontraron media hora antes del espectáculo y ensayaron como pudieron. La interacción se dio por afinidad de estilos e intenciones.


"El Word me parece demasiado serio. Por eso yo escribo mails y me los mando a mí mismo", aflojó Ríos, y largó con "Ay perrito seguidor/sos peludo y flaquito/merecés esta chamarra...". Cabrera acompañó y tarareó, mirando al público con picardía mientras el poeta recitaba: "El cantor uruguayo tomaba vino tinto y el pescador entrerriano tomaba vino blanco. Yo tomaba un poco de cada uno". La conjunción argentino-uruguaya trajo sonrisas. "El pescador era más bien humilde, tenía una sola canción, no tenía un discurso muy elaborado y se le trababa la lengua del pedo que tenía". Entonces llegaron las carcajadas por la irreverencia del poeta.

"Damián es de esa generación under o indie y de alguna manera se transformó en un referente. Fernando es un tipo que tiene muchos años de artista pero vive esta segunda época con un gran auge. El tiene esta madurez juvenil. Ambos son tipos sencillos, callados", explica el periodista Martín Pérez, coordinador artístico de los encuentros. Pérez se encarga de convocar a un cantante quien a su vez elige a un poeta. "Es una unión que se pretende inédita. El resultado, esperamos, nos dará una visión nueva sobre la obra de ambos. Esta vez pensamos en atrevernos a traer a alguien de afuera como Fernando. Yo nunca traté de guiarlos ni decirles lo que tienen que hacer. Esa forma de laburar ha dado grandes momentos como los de Fernando Noy y Leo García el año pasado. Una noche que fue mágica".

La magia siguió este último martes en el centro del CCEBA. Terminó Ríos y copó el escenario Cabrera. Reconocido por el público, el uruguayo hizo una selección de sus temas clásicos –los mismos que está presentado en gira ahora en Uruguay y que próximamente lo llevarán a Colombia, Ecuador y Perú- . Comenzó con "Al mismo tiempo" –"Le digo "chau" y se queda pensando, pues sabe que mi camino termina acá"- y enseguida arremetió con María Elena y estalló la emoción con Viva la Patria –recuerdos del hospital Canzani de Montevideo-. Su voz nasal sube, baja el ritmo, hipnotiza. El público –a esta hora también conformado por Ríos, que se sentó en un rincón - tarareó las canciones. "Se desafinó la guitarra. ¿Quién la tocó?", chicaneó Cabrera. Y siguió cantando. "Hay gente que quisiera tirarse al agua/sin que siquiera se le moje el pantalón". Llegó el cierre con "El tiempo está después" ("un día nos encontraremos en otro Carnaval"). No hubo bises (no es un concierto en sentido estricto). Sólo aplausos, saludos y apretones de mano. Poesía y música en estado puro.

Juan Carlos Anton
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com