ALEJANDRA VOLPI
Cabrera presentó el contenido de Intro, el libro de poesías inéditas que publicó acompañado por un Dvd, en dos funciones a sala llena en el Teatro Solís. Actuó con banda completa y hubo lectura a tres voces."El texto escrito, no pensado para cantar, da otros permisos en el lenguaje, la estructura y los temas. Permite ser más arriesgado y entrar en otros sitios", dice Fernando Cabrera, quien sábado y domingo estrenó otra faceta en el Teatro Solís.Si bien como cancionista se lo puede ubicar con justicia entre los poetas más inspirados de la escena local y rioplatense, la publicación de estos 65 textos inéditos que nacieron sin música permite dimensionarlo desde otro ángulo. Y al propio autor le abre el juego.Cabrera ya había dado indicios de su pluma sin pentagrama en 1992 en el libro publicado por Trilce, 56 canciones y un diálogo. Con Intro oficializa una de sus tantas búsquedas y caminos posibles: la literatura. Él es también un investigador nato. Así como sabe con lujo de detalles la historia de cada rincón de Ciudad Vieja y de la manzana en la que vive, por estos días estudia el tango con meticulosidad académica desde sus albores.Cabrera además experimenta consigo mismo y sus posibilidades. Antes creía que la clave en la canción estaba en la complejidad, pero hoy sabe que va por el carril de lo directo. Entonces en la poesía encontró un espacio para quitarse el corsé de la música y complejizar donde haga falta.En vivo actuó acompañado por una banda pareja, sutil, que estuvo en función de la palabra y en la que no hay protagonismos ni destaques. Lo secundaron Herman Klang en teclados, Juan Pablo Chapital en guitarras, Federico Righi en bajo y Ricardo Gómez en batería.Cabrera hoy juega más con su voz, se anima a otros matices, haciendo buen uso de sus recursos y de su don de intérprete, tan distinto y personal. Para los textos hubo un sólo segmento: en una mesa, a media luz, con la participación de Mariana Percovich y el diseñador Maca. Los poemas podrían haber sido intercalados dentro del show musical, pero el cantautor eligió darlos a conocer en un quiebre. "La vida te corre", escribió sobre el paso del tiempo que empuja y versos después citó al amor abandonado y al poder de la poesía. El repertorio musical recorrió gran parte de su obra y recordó a Piazzolla y Darnauchans.
Cabrera presentó el contenido de Intro, el libro de poesías inéditas que publicó acompañado por un Dvd, en dos funciones a sala llena en el Teatro Solís. Actuó con banda completa y hubo lectura a tres voces."El texto escrito, no pensado para cantar, da otros permisos en el lenguaje, la estructura y los temas. Permite ser más arriesgado y entrar en otros sitios", dice Fernando Cabrera, quien sábado y domingo estrenó otra faceta en el Teatro Solís.Si bien como cancionista se lo puede ubicar con justicia entre los poetas más inspirados de la escena local y rioplatense, la publicación de estos 65 textos inéditos que nacieron sin música permite dimensionarlo desde otro ángulo. Y al propio autor le abre el juego.Cabrera ya había dado indicios de su pluma sin pentagrama en 1992 en el libro publicado por Trilce, 56 canciones y un diálogo. Con Intro oficializa una de sus tantas búsquedas y caminos posibles: la literatura. Él es también un investigador nato. Así como sabe con lujo de detalles la historia de cada rincón de Ciudad Vieja y de la manzana en la que vive, por estos días estudia el tango con meticulosidad académica desde sus albores.Cabrera además experimenta consigo mismo y sus posibilidades. Antes creía que la clave en la canción estaba en la complejidad, pero hoy sabe que va por el carril de lo directo. Entonces en la poesía encontró un espacio para quitarse el corsé de la música y complejizar donde haga falta.En vivo actuó acompañado por una banda pareja, sutil, que estuvo en función de la palabra y en la que no hay protagonismos ni destaques. Lo secundaron Herman Klang en teclados, Juan Pablo Chapital en guitarras, Federico Righi en bajo y Ricardo Gómez en batería.Cabrera hoy juega más con su voz, se anima a otros matices, haciendo buen uso de sus recursos y de su don de intérprete, tan distinto y personal. Para los textos hubo un sólo segmento: en una mesa, a media luz, con la participación de Mariana Percovich y el diseñador Maca. Los poemas podrían haber sido intercalados dentro del show musical, pero el cantautor eligió darlos a conocer en un quiebre. "La vida te corre", escribió sobre el paso del tiempo que empuja y versos después citó al amor abandonado y al poder de la poesía. El repertorio musical recorrió gran parte de su obra y recordó a Piazzolla y Darnauchans.
El País
Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario