lunes, 23 de agosto de 2010

Libertad, la ciudad del interior más visitada por Cabrera en su carrera




Cabrera le cantó nuevamente al público libertense.

Pudo haber sido piloto de automovilismo o historiador, su padre idolatraba a Fangio y se fascinaba con la Fórmula 1, pero su ingreso al conservatorio de música le fue marcando un rumbo que inclinó su adolescencia con nitidez hacia una profesión en la que ha perdurado por tres décadas y a la que ha conducido con destreza por las historias de su vida que se dibujan con claridad en cada una de sus canciones. Fernando Cabrera colmó una vez más la Sala María Búa de la Casa de la Cultura de Libertad en un nuevo esfuerzo cultural de 3PK2 Producciones.
Con celo profesional, el músico estuvo con el tiempo necesario para revisar y ajustar personalmente el audio y dejar todo en orden para el comienzo puntual del espectáculo.

Un centenar de espectadores, mayoritariamente jóvenes, le dieron una vez más la cálida bienvenida a Libertad, “la ciudad del interior en la que más veces me he presentado”, según dijo el propio Cabrera, que comenzó su actuación con el tema Al mismo tiempo con su inconfundible, singular, estilo musical y esa voz privilegiada y cultivada que pasa del susurro íntimo al canto claro y potente con que expresa sus composiciones.

Así fue desarrollando su repertorio, con breves descripciones de los temas, así pasaron algunos que han resistido el paso del tiempo, como La casa de al lado, o Viveza, acompañado tan solo por una simple cajita de fósforos, tal como hiciera en el Luna Park de Buenos Aires cuando la Bersuit lo invitara a subir al escenario en medio de un recital para sorprender a un público que por aquellos años, aún no le conocía.

Cabrera interpretó algunos temas de su último trabajo, “Bardo”, como Críticas o Diseño de Interiores pero también se refirió a su próximo disco, que seguramente aparecerá en septiembre y que por primera vez contendrá exclusivamente versiones de temas de músicos uruguayos en lo que el artista pretende sea un homenaje a los fundadores de la música nacional, como Aníbal Sampayo, Osiris Rodríguez Castillo, Alfredo Zitarrosa entre otros nombres ilustres entre los que también quiso incorporar a sus amigos Eduardo Darnauchans y Pablo Estramín. Así fue que interpretó Si te vas y Morir en la capital en versiones pintadas de su particular estilo y que fueron saludadas por el cerrado aplauso del público. El cierre fue con Dulzura distante, otro de sus éxitos y ante el insistente aplauso de pie de los presentes regresó al escenario para dejar Una hermana muy hermosa.

Luego de la actuación La Semana dialogó con el artista quien dijo que volvió a tener “las sensaciones que he vivido a lo largo de mis distintas presentaciones en Libertad, que es la ciudad del Uruguay, sin ser Montevideo, en la que más me he presentado, he estado dos o tres veces en esta misma sala que la he encontrado remozada y hermosa y también en otros lugares, en boliches, al aire libre”, y agregó que hablaba con sus asistentes antes del espectáculo y les decía que “vengo con mucho gusto a Libertad, encuentro un público que conoce y sigue mi trabajo, siento su afecto y tengo una particular simpatía por esta ciudad”.

De los músicos uruguayos Eduardo Darnauchans fue sin dudas uno de los que más influyó en el desarrollo artístico de Fernando Cabrera, su ausencia física “significa por sobre todo tristeza, algo doloroso de recordar, porque además de ser ambos músicos, fuimos amigos, él era tres años mayor que yo, pero como había empezado su carrera siendo muy joven, a los 18 años ya tenía su primer disco, por lo tanto sus canciones y la estética y su estilo ya lo tenía desde antes, cantaba desde los 15 o 16 años”.

En ese sentido Cabrera dijo que aquel estilo del “Darno”, “tan original, novedoso, tan fuerte, cuando lo conozco ya tenía cierta trayectoria y me ayudó mucho en mis comienzos, lo tomé como una referencia, lo escuchaba por la radio y lo admiraba mucho, y pensaba, al escuchar aquella música extraña que él hacía, si este tipo haciendo esto lo pasan por la radio entonces acá hay una posibilidad, me parecía algo tan extraño y tan jugado y que lograra insertarse en la industria de la música, eso a mis 15 o 16 años me dio mucho ánimo para comenzar mi carrera”.

Cabrera dijo que Darnauchans “me adoptó, tuvimos mucha simpatía, me invitaba a su casa, comenzó a enseñarme cómo manejar el micrófono, cómo enfrentar al público y anduvimos como 20 o 25 años juntos y tuvo el coraje, cuando yo tenía menos de 25 años de darme la responsabilidad de hacerle los arreglos de su cuarto disco, para mí fue una prueba de fuego, luego fuimos compañeros para toda la vida, nos enviábamos cartas cuando aún no había internet, tocamos juntos acá en Libertad, en un parque, fue muy importante en mi carrera y en mi vida”.

El cantante dijo que la inclusión de Darnauchans y Pablo Estramin en su próximo trabajo son excepciones, “porque ellos no pertenecen a la época de los pioneros como Sampayo, son de otra generación posterior, pero quise hacerles a ellos también un homenaje al incluirlos en ese trabajo”.

Cabrera habló también del gran número de músicos importantes que surgen en nuestro país y de la permanencia de muchos con buen suceso. Dijo tener una teoría “casi sociológica al respecto: pienso que el Uruguay fue a lo largo de 100 años un país de una clase media muy extendida, eso posibilitó que la mayoría de las familias pudiera mandar a sus hijos a estudiar distintas disciplinas, eso hizo surgir tantos poetas, escritores, músicos, pintores, eso hoy sigue sucediendo, uno anda por la calle y ve a los chiquilines con sus instrumentos”.

A modo de consejo para los jóvenes dijo: “deben saber que esta profesión no es fácil, es muy difícil mantenerse para vivir del arte, a veces se cae en la ligereza de echarle las culpas al país, sin pensar si la sociedad puede consumir el trabajo de tantos artistas, es difícil mantener no solo el prestigio sino además mantener una casa, una vida en función de una actividad artística”.

Podemos interpretar que para un artista de esta talla, no hay tiempo, no hay hora, no hay reloj, sino un trabajo constante, un permanente aprendizaje que le ha permitido mantenerse vigente por más de tres décadas y continuar experimentando y creciendo, personal y artísticamente.

Por Jorge Gambetta

1 comentario:

Nora Fiotti dijo...

Siempre espectacular tu blog, cuando necesito conectarme con algo de Cabrera entro aqui. Sin embargo, extraño ese fortuito encuentro que tuvimos en el fb a las cuatro de la mañana.... en vivo y en directo.Este no es un msj para publicar, es un msj para vos. Por qué no tener un fb que permita la comunicación al instante? Relacionado con Cabrera que es lo que nos une. Si lo abrís, por favor avisame. Gracias.mogri