domingo, 11 de marzo de 2012

Cuatro veces Cabrera

A fines de marzo, el gran cancionista uruguayo brindará cuatro conciertos seguidos en Café Vinilo. Una ocasión perfecta para renovar su relación cada vez más estrecha con el público local: la cita será los días 29, 30, 31 de marzo y 1º de abril.




Discípulo de artistas elementales como Mateo y Darnauchans, Fernando Cabrera es un músico quintaesencial para comprender la naturaleza de la canción uruguaya. Para conectar con su pasado y entrever el futuro musical del Río de la Plata. Por esas razones (y, desde luego, treinta años de trabajo sobre un repertorio propio, imbatible y secreto), Cabrera se fue convirtiendo en un artista referencial para toda una generación. Una camada de cancionistas argentinos que ha vuelto a pensar el río y asiste a sus conciertos con el fervor de una ceremonia.

Sin embargo, en el preciso instante en que Cabrera parecía ascender al pedestal del compositor arquetípico, hizo un movimiento dylaniano: su primer disco como intérprete. Un álbum dedicado a recuperar el cancionero de gente como Aníbal Sampayo, Rodríguez Castillos, Lena, Viglietti, El Sabalero, Grau, Lima, Velázquez, Zitarrosa, Darnauchans, Palacios, Mateo, Rada, Estramín, Gómez y Dino. Claro que había un truco, y estaba latiendo en su título prosaico: Canciones propias. Un revisionismo absolutamente personal que, a veces, reduce las canciones al hueso y otras tantas define por omisión.

A fines de mes, para renovar su relación cada vez más estrecha con el público local, Cabrera se presentará cuatro noches consecutivas en el escenario de Café Vinilo. La cita será los días 29, 30, 31 de marzo y 1º de abril.

-A esta altura del partido, tu obra ya tiene un número más que considerable de composiciones ¿Cómo elegís el repertorio para una serie de conciertos como los de Vinilo?
-Elijo el repertorio de mis actuaciones entre unas 200 o 250 canciones. Dependiendo del lugar, del público, de mí y mi estado de ánimo eventual, de qué guitarra o qué equipo use, de las características del espectáculo (festival de rock, sótano húmedo, teatro italiano, teatro circular, festival de danzas folclóricas –una vez me tocó asistir a uno en Paraguay- sindicato ultra, sindicato moderado, en beneficio de una operación quirúrgica en el exterior, kermesse) etc.

-Tu desembarco en la Argentina llevó mucho tiempo. Pero desde entonces, tu relación con el país se hizo muy profunda. ¿Qué momento está atravesando esa relación?
-Cuando voy a la Argentina, a diferencia del resto de los países de la Tierra, no siento que esté saliendo del mío, que esté yendo a otro país.

-¿Cómo pensaste el movimiento de Canciones propias y elegiste el enfoque de las versiones?
-Tenía preparado un CD de versiones de pioneros de la canción uruguaya desde hace muchísimo tiempo. Sucede que se fue atrasando porque cada vez que lo iba a editar, aparecía algún inoportuno colega con la misma idea y me ganaba de mano. Fueron pasando las décadas y finalmente el año pasado aquel contratiempo no se presentó y me apuré en sacar el mío. Para mi sorpresa recibió 5 premios: 3 Graffiittis (no recuerdo exactamente el número de consonantes de esta palabra) 1 Iris y 1 Disco de Oro. Sumados a otros 2 Discos de Oro que me dieron el año pasado me he convertido en algo así como un nuevo Pisarro.

-Bueno, entre las piezas ajenas que venías tocando estaba “Muchacha ojos de papel”. ¿Cuál era tu relación con esa obra?
Escuché "Tema de Pototo" a los 13 años, en un compilado de RCA. Me encantó. Luego la grabó Favio, muy distinta, pero igual llamativa. Un año después escuché el 1er. disco de Almendra, al que considero uno de los mejores de la historia de la música argentina. También disfruté mucho -y tomé nota, por cierto- del segundo disco (doble) de Almendra. Todo este material me dejó muchísimas enseñanzas. Luego le perdí la pista

http://oirmortales.infonews.com

No hay comentarios: