sábado, 29 de enero de 2011

"Voy a desempolvar viejas canciones" (Cabrera en E Guambia)



El próximo jueves iniciará un ciclo en Espacio Guambia junto a Juan Pablo Chapital. Una experiencia, contó, que le permitió reencontrarse con uno de sus mayores placeres musicales: tocar a dúo con otro guitarrista. El próximo 5 marzo actuará en el Festival de Medio y Medio, en Punta Ballena, con "Pitufo" Lombardo y Ana Prada como invitados, y un repertorio con algunas sorpresas tangueras. Y ya trajo a los ensayos varias composiciones nuevas, algunas de ellas muy recientes. Preciso, entusiasmado, Cabrera habló sobre estos recitales con El País, así como de sus planes para este año, el Bicentenario, Gardel, un futuro disco y las ventas de "Canciones propias".

A. laluz

-Este ciclo, que se estrenará la semana que viene, tiene un signo distintivo y a la vez novedoso: el dúo con el guitarrista Juan Pablo Chapital…

-En realidad es largo de explicar, pero desde hace años que siento una carencia: tocar a dúo con otro guitarrista, que es una de las cosas que más feliz me hace en la vida. Y vaya uno a saber por qué se fue demorando eso... quizás porque no encontré el compañero adecuado… igual estoy contentísimo con la banda con la que vengo tocando desde hace años. Pero la cosa es que pasaron como 15 o 20 años sin hacer esto que hice desde la infancia y que me encanta.

-¿Y cómo surgió la idea de invitar a Chapital?

-Se me ocurrió llamarlo de un día para el otro, sin meditarlo mucho. Yo ya conocía su trabajo desde hace años. Él estaba radicado en Argentina, donde tocó con varios grandes, desde Mariana Baraj a Javier Malosetti, y su sonido ha evolucionado mucho. Tiene, además, una paleta de lenguajes, de visiones musicales diferentes que lo hacen un guitarrista muy versátil. Hace unos meses volvió a Uruguay para quedarse... y se me ocurrió llamarlo. Hicimos unos ensayos previos y la conexión fue notable e inmediata; luego veré qué haré con él en el futuro, quizás lo integre a mi banda grande para seguir desarrollando las posibilidades de un dúo de guitarras eléctricas.

-¿Qué características tendrá el repertorio de canciones?

-Bueno, este encuentro me permitió muchas cosas. Una, que voy desempolvar viejas canciones que hace muchos años dejé de cantar, por ejemplo de Autoblues, Buzos azules, creaciones con una impronta más eléctrica, y de otros discos posteriores. También voy a hacer varios estrenos, incluso algunos temas que compuse a principios de este año y muchos que hice en este último tiempo.

-¿Ya tendría entonces material suficiente para ir pensando en un próximo disco?

-Está en mis planes, pero hay que darle tiempo al tiempo. Tengo muchos temas e incluso tengo ganas de que sea un disco doble, pero hay que pensarlo, no sé cómo estará la industria discográfica cuando llegue ese momento. Estamos en una época que la gente quiere todo cortito, fragmentado, de rápida digestión… Ahora estoy trabajando en varios proyectos y, además, hace relativamente poco que salió Canciones propias.

-¿Incluirá algunas canciones de este último trabajo en estos conciertos?

-No, ahora ese repertorio quedará a la espera de la presentación más formal que haremos dentro de unos meses, en una sala grande de Montevideo.

-¿Ya están definidas la fecha y la sala para esa presentación?

-Todavía estamos ajustando fechas, pero seguro que será en abril. Tenemos avanzadas las conversaciones con una sala importante, muy conocida, y también hay una segunda en la manga, como se dice. Pero todavía no puedo adelantar nada porque estamos en plenas negociaciones.

-Desde su salida, a fines del año pasado, el disco se ha vendido muy bien…

-Sé que se agotó una primera tirada y ya está muy avanzada la segunda. Y el año pasado también se vendió mucho Ámbitos, el disco que recuperó aquel histórico recital con Eduardo Darnauchans en el Solís. Pero no quiero atosigar a la gente, porque no soy un gran vendedor y sacar un disco detrás del otro no es bueno.

-Para comienzos de marzo tiene reservada una fecha en el Festival de Medio y Medio, en Punta Ballena. ¿Cuál será la propuesta de este show?

-Allá voy a ir con un cuarteto, en el que están Chapital, Federico Righi y Ricardo Gómez. Además voy a tener dos invitados: Edú Lombardo y Ana Prada. Y el repertorio tendrá canciones mías, de Edú y Ana, y también de Gardel.

-Un gardeliano volviendo a las raíces...

-Yo con Gardel estoy todo el día. No es que lo escuche solamente... a Gradel lo estudio desde hace años. A él, su voz, sus repertorios, sus guitarristas… Es un reservorio del repertorio del Río de la Plata. Es fabuloso, todos componían para él.

-¿Serían versiones en la misma la línea planteada en Canciones propias?

-Estoy haciendo unos arreglos con ese mismo concepto. Hago mezclas, tomo partes de una canción y las junto con otras, les cambio la atmósfera. Es un trabajo de desarmar las canciones para volverlas a armar.

-El tango es un tema al que le ha dedicado mucho tiempo de estudio, ¿sigue siendo así?

-Estoy estudiando mucho el tango, y no uso la palabra estudiar en vano. Estoy arrancando de los orígenes mismos, Canaro, Cobián, y sigo para adelante, la década del 20. Cada vez me meto más y es un mundo. Pero Gardel está en primer lugar. Cuando te metés en algo así, después, casi naturalmente, surgen las ganas de versionar, tal como ocurrió como me pasó con las canciones de otros autores uruguayos que integraron mi último disco.

-¿Qué otros proyectos tiene pensado llevar adelante este año?

-También estoy con varias ideas relacionadas con los festejos de nuestro Bicentenario. Una de ellas junto a Washington Carrasco y Cristina Fernández, que será muy linda. Es una antigua obra de Washington relacionada con el artiguismo, una creación conceptual, que fue lo primero que hizo allá por 1968, en Sondor, que tiene recitantes, canciones, partes instrumentales... una maravilla. Hay, por otro lado, otros proyectos para desarrollar con embajadas en el exterior. Pero todo esto, por ahora, está en vías de definición y de instrumentación.
Deconstruir para volver a construir

A fines del año pasado, el lanzamiento de Canciones propias reveló otra faceta de Fernando Cabrera: su inteligencia y sensibilidad para trabajar con creaciones de otros compositores uruguayos, en un plan de deconstruir para volver a construir. Este material, afirmó, no es un homenaje ni un rescate, o un trabajo de arquelogía musical, sino una forma de subrayar la vigencia estética, estilística, que tienen las obras de autores como Zitarrosa, Mateo, Sampayo, Darnauchans, Rada o Dino.

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